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Педро Антонио де Аларкон

3. Traduce al español.

Пешком; спутать; треуголка; плащ; горбатый; хромой; отсутствие зубов; чулки; галстук; перчатки; длинная шея; отвратительное лицо; тень своего хозяина; крестьяне; снимать шляпу; нехорошие намерения.

4. Conecta los significados de una columna con las palabras de la otra.

confundir…sorprender, encontrar algo raro

obligar.....tomar, usar o entender una cosa por otra

mujeriego…muy pequeño

extrañar....hombre demasiado aficionado a las mujeres

diminuto....hacer que alguien haga cierta cosa

5. Completa los huecos con palabras del ejercicio anterior.

1) Me _________________ verte con capa a mediados de verano.

2) Era un _________________, salía con todas a la vez y a ninguna le prometía nada.

3) ¡Vaya! Te _________________ con Marisol, tienes el mismo sombrero que ella.

4) No le _________________ a hacer los deberes, no quiero que odie el colegio.

5) El _________________ alguacil contrasta mucho con su vistoso amo.

6

Mientras tanto, la señá Frasquita regaba y barría la plazoleta que servía de atrio al molino y colocaba media docena de sillas debajo del emparrado, en el cual estaba subido el tío Lucas, cortando los mejores racimos y colocándolos en una cesta.

– ¡Pues sí, Frasquita! – decía el tío Lucas—, el señor corregidor está enamorado de ti de muy mala manera.

– Ya te lo dije yo hace tiempo– contestó ella —. ¡Cuidado, Lucas!

– Descuida, estoy bien agarrado… También le gustas al señor…

– Mira, déjalo. ¡Demasiado sé yo a quién le gusto y a quién no le gusto! ¡Lo único que no sé es por qué no te gusto a ti!

– Porque eres muy fea… – contestó el tío Lucas.

– Pues oye… ¡Fea y todo, puedo subir a la parra ahora mismo para echarte!

– Sube, sube, y te como viva…

– ¡Eso es! Y si nos ven mis galanes, dirán que somos un mono y una mona.

– Y es así, porque tú eres una mona muy hermosa, y yo parezco un mono con esta joroba…

– Que a mí me gusta muchísimo…

– Entonces te gustará más la del corregidor, que es mayor que la mía…

– ¡Vamos! Vamos, señor don Lucas… ¡No tenga usted tantos celos!

– ¿Celos yo? Al contrario: ¡me alegro mucho!

– ¿Por qué?

– Porque el pecado lleva a la penitencia. ¡Tú no debes quererlo nunca, y yo soy entretanto el verdadero corregidor de la ciudad!

– ¡Qué vanidoso! ¿Y si llego a quererlo?

– Tampoco me preocuparía. ¡Porque entonces tú no serías ya tú, como creo que eres, así te podrían llevar los demonios!

– ¿Y qué harías en este caso?

– ¿Yo? No sé. Porque yo sería otro y no puedo imaginarme lo que pensaría. Ahora soy un hombre que cree en ti como en sí mismo. Al dejar de creer en ti, me moriría o me convertiría en otro hombre, viviría de otro modo. Desconozco lo que haría entonces contigo. Pero… ¿Qué nos importa que te quieran todos los corregidores del mundo? ¿No eres tú mi Frasquita?

– ¡Sí, pedazo de bárbaro! – contestó la navarra, riéndose—. Yo soy tu Frasquita, y tú eres mi Lucas de mi alma, con más talento que todos los hombres, más bueno que el pan, y más querido… ¡Ya verás cuánto cuando bajes de la parra! Prepárate… Pero ¿qué es lo que veo? El señor corregidor viene por allí completamente solo… ¡Y tan temprano! Ese trae plan… ¡Por lo visto tenías razón!